Conquista de Costa Rica
Conquista de Costa Rica
El descubrimiento, exploración y conquista de Costa
Rica por parte de expedicionarios españoles durante el siglo XVI fue
resultado directo de la ola expansiva de la economía occidental de ésta época,
las mismas causas que provocaron el sometimiento del continente americano
a los europeos. No obstante, en comparación con el resto de Hispanoamérica,
en Costa Rica el proceso que lleva del descubrimiento de las costas
del mar Caribe por Cristóbal Colón en 1502, a la dominación
efectiva del interior del país, hacia 1575-1580, se caracteriza por un amplio
lapso transcurrido entre uno y otro: casi tres cuartos de siglo.
El estudio de las diversas expediciones en tan largo periodo
permite agruparlas en dos etapas. En la primera, las exploraciones en el
Caribe, caracterizadas por la férrea defensa de los indígenas, las condiciones
geográficas adversas y las dificultades para obtener provisiones por parte de los
conquistadores, que fueron factores que se conjugaron en provocar un fracaso en
las sucesivas expediciones españolas. Solamente la Península de Nicoya logró
caer efectivamente en poder de los españoles en 1520, merced a las expediciones
lanzadas desde las ciudades de Granada y Panamá.
Durante la segunda etapa de la conquista, en la segunda
mitad del siglo XVI, los españoles lograron establecerse en la región central
del país e implantar su dominio sobre gran número de poblaciones indígenas, en
gran parte debido a la labor de Juan Vázquez de Coronado. En 1569, Perafán
de Rivera procedió al reparto de los indígenas en encomienda, lo que
permitió fortalecer el posterior proceso de colonización. Se dan durante este
proceso la fundación de la ciudad de Cartago, primer capital del país, en
el Valle Central así como de Aranjuez, el primer puerto en el
Pacífico, en lo que es hoy el puerto de Caldera, en la provincia de
Puntarenas.
Por otro lado, tanto en el sur como en las llanuras del
norte del país, las poblaciones indígenas se mantuvieron al margen de la
dominación española, por lo que estos territorios fueron utilizados como
refugio por aquellos que lograban substraerse a la conquista de los territorios
ocupados por los hispanos, destacándose en esta labor, sobre todo, la
resistencia implantada por el cacique Garabito, rey de los huetares occidentales.

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